Capítulo 257
Entre los juguetes de Adrian, había una consola que le encantaba. Sin embargo, tuvo que limitarse a observarlo con enfado, pues no podía bajarse de la cama y arrebatársela de las manos.
"¡Señor malo, deja el juego!", rugió, pero sus palabras parecían ser inocuas contra RK. "Suéltalo o te daré tu merecido!".
*****
RK siguió jugando con tranquilidad. Al cabo de un rato, Adrian se quedó sin fuerzas para seguir gritando, así que se acostó en la cama y lo observó desde allí, con la esperanza de que pronto su madre llegaría para salvarlo.
Esa fue la escena que Stella encontró a su regreso. El adulto, sentado a la mesa divirtiéndose; el niño, acostado en la cama con una expresión de tristeza. Stella llegó a la conclusión de que, en el mundo, no había nadie más desvergonzado e infantil que RK.
"¡Bua, bua! Linda, ese señor malvado me robó mi juego...", suplicó Adrian apenas vio que los refuerzos habían llegado.
"Está bien. Este señor ha estado muy solo en los últimos años. Es verdaderament

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