Capítulo 237
Regresé con su ropa y encontré a Osirio completamente desnudo en medio de mi sala. Parpadeé un par de veces al ver lo que me estaba obsequiando. A Osirio le encanta andar desnudo por su casa. Cerré los ojos y le ofrecí la ropa que tenía en la mano.
"¿Por qué cierras los ojos?" preguntó Osirio con un dejo de fastidio en su voz.
¿No es obvio?
“¿Por qué estás…desnuda…?” pregunté con los ojos aún cerrados.
—¿Por qué? Estoy a punto de bañarme. No esperabas que me bañara con la ropa puesta, ¿verdad? —respondió Osirio con un poco de sarcasmo.
No fue eso lo que quise decir y él lo sabe.
“Aquí está tu ropa”, dije, optando por ignorar sus comentarios sarcásticos.
Mis manos permanecieron extendidas para ofrecerle su ropa, pero Osirio no la apartó de mis manos.
—Abre los ojos, Margarita —ordenó Osirio.
“Umm…está bien…” dije, en serio.
—No te preocupes, no soy tímido —susurró Osirio y me di cuenta de que se había acercado a mí.
—Eso no es... —murmuré—. Ese no es el problema.
“Deberías vigilar a tu

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