Capítulo 124

Marvin ocupaba una sala VIP en el último piso del hospital. Los guardias privados de Marceau vigilaban afuera, garantizando su privacidad y seguridad. Ante la persuasión de Georgette, Anneli se fue a descansar a regañadientes. Marvin ya estaba fuera de peligro, y las miradas gélidas de Marceau hacia Georgette eran el único entretenimiento que le ofrecían. Anneli no había dormido la noche anterior. Después de ducharse en casa, ansiaba un merecido descanso. Para su sorpresa, mientras se acomodaba en la cama, apareció alguien que la desvistió hábilmente con sus manos ardientes. “¿No vas a trabajar?” exclamó Anneli, pero su protesta fue demasiado tarde. Marceau la besó en la frente, las orejas y el cuello y, como de costumbre, ella se excitó fácilmente con él. No pudo evitar preguntarse si ella lo valoraba más que a Georgette. A pesar de no obtener respuesta, insistió en esa tediosa pregunta. En un intento por aliviar su frustración y reafirmar su importancia para Anneli, buscó intimidad c