Capítulo 18

Ella mostró un testimonio firmado y varias fotografías. —Hace diez años, el señor Ramón fue acusado de plagio y se retiró del mundo del arte. La verdad es que, en aquel entonces, Ignacio Carlos, un titán del ámbito artístico, le ofreció recursos a cambio de favores sexuales. Tras ser rechazado, falsificó pruebas para incriminarlo por plagio. La sala estalló en un murmullo instantáneo. Varios veteranos del arte se pusieron de pie, conmocionados, sin poder creer lo que escuchaban. —Don Ignacio falleció el año pasado, pero la verdad no debería ser enterrada. —La voz de Sofía sonaba clara y firme—. El señor Ramón prefirió renunciar a una carrera en pleno apogeo antes que traicionar sus principios. Un artista así merece el respeto de todos nosotros. En ese momento, un anciano artista de cabellos completamente blancos subió tembloroso al escenario. Era el expresidente de la Asociación de Arte. —Yo… Yo quiero pedirle perdón a Ramón. —La voz del anciano se quebró—. En aquel entonces, Ignacio n