Capítulo 82
Él es nuestro jefe, Alejandro.
Las palabras del gerente resonaron como un hierro candente, sofocando a Ana, quien quedó sin habla.
María y los demás también se mostraron atónitos.
Reinaba un silencio absoluto en el lugar.
Tras unos momentos, Ana finalmente reaccionó, incrédula: —¿Cómo es posible que este don nadie sea tu jefe?
—¡Cállate!
El gerente, claramente irritado, replicó: —¡Él es nuestro jefe, Alejandro! Solo eres una clienta, ¿cómo te atreves a ser tan arrogante e irrespetuosa con nuestro jefe? ¡Es ridículo!
Alejandro había estado en el reservado con el gerente, Daniel y la señorita Carmen.
Daniel había traspasado la propiedad del restaurante a Alejandro, quien ahora era el nuevo dueño del Hotel Dragón Marino.
—No puede ser. Alejandro siempre ha sido pobre, ¿cómo ha conseguido el dinero para adquirir un restaurante tan grande? —preguntó Laura, visiblemente sorprendida.
Alejandro respondió con serenidad: —El origen del dinero no es asunto de ustedes. Lo importante es que soy e

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