Capítulo 23 Quítate la ropa

Perspectiva de Liora. ¡Era Crúger! Él y sus hombres estaban de pie justo fuera de los arbustos, como una manada de hienas esperando con paciencia a que la presa saliera sola de su escondite. Estaban empapados, pero en sus caras brillaban sonrisas crueles. —Ts, ts, ts... Mira a nuestra ratoncita. ¿De verdad pensaste que podías escaparte? Crúger me agarró del cabello y me sacó a la fuerza de mi escondite, arrastrándome sin consideración. —¡El señor Crúger es brillante! ¡Sabía que se iba a esconder! Sus hombres se acercaron de inmediato, rodeándome. Sus risas lascivas y comentarios obscenos me perforaron los oídos. Una desesperación inmensa me envolvió al instante. Intenté levantarme, pero Crúger me aplastó el hombro herido con una patada. Un dolor agudo, como si el hueso se partiera en pedazos, me arrancó un quejido sordo. Y al abrir la boca escupí un espeso chorro de sangre. —¿Todavía quieres correr? —Crúger se agachó y me dio golpecitos en la mejilla con los dedos—. Hace un momento cor