Capítulo 71

Sentí el dolor del impacto cuando mi puño atravesó la pared de yeso, y esta se hizo añicos bajo la presión de mi puño, mientras golpeaba la pared con fuerza con ira. Estaba harta de este lugar. No sabía por qué mi propia familia había sentido la necesidad de enviarme a una manada diferente para recibir tratamiento para mi ira. Estar lejos de mi propia manada no era lo que necesitaba en este momento. Y estar en este "entorno seguro", como lo llamaban, era más como estar retenida en una maldita prisión. La terapia y el control de la ira no estaban surtiendo efecto. No me pasaba nada, así que no había nada que tratar. Así que no sé qué esperaban que sucediera mientras estuve aquí. ¿Esperaban algún tipo de milagro y esperaban que algún tipo de ángel surgiera de los escombros en los que aparentemente me había convertido? Se sentirían muy decepcionados si ese fuera el caso. “Apolo, cálmate, por favor”, me instó Ben, uno de los terapeutas. “Lo único que te pedimos es que vengas y hagas una pe