Capítulo 75
Aquel extranjero mostró una expresión de profunda envidia: —Qué lástima... Yo también tenía la intención de cortejarla.
Sergio le dio un ligero puñetazo en el pecho: —En nuestro país hay un viejo dicho, la esposa de un amigo no se toca.
El extranjero lo tomó del brazo y le susurró unas palabras al oído, para luego marcharse, escoltado por sus acompañantes con aire altivo.
Antes de irse, no olvidó despedirse de Clara con un gesto de la mano.
Aunque no entendía el sánscrito, Antonio notó algo curioso en la interacción entre Sergio y Clara.
Le dirigió una mirada inquisitiva a Clara: —¿De qué hablaban?
Clara sonrió: —Nada importante, solo saludos entre viejos conocidos.
Sergio, a propósito, le preguntó a Clara en sánscrito: —¿Te da miedo contarle nuestra relación?
Clara también respondió en sánscrito: —Primero, no quiero. Segundo, no es necesario.
Antonio carraspeó suavemente, recordándoles: —Ya que el extranjero se fue, podrían hablar en su idioma materno.
Justo cuando Clara iba a respond

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