Capítulo 84
Era una sustancia negra, del tamaño de una excreta de ratón. A simple vista, no era posible identificar su composición interna.
Tendría que esperar a volver al laboratorio para estudiarla en detalle.
La puerta del salón se abrió desde fuera. Amelia entró sin ser invitada: —Clara, tenemos que hablar.
Clara, con rapidez, escondió el prototipo dentro del compartimento del cuerpo de su bolígrafo giratorio.
Le lanzó a Amelia una mirada llena de desconfianza: —¿Tú y yo? ¿De qué tendríamos que hablar?
Después de cerrar la puerta con firmeza, Amelia soltó su pregunta sin rodeos: —Quiero hablar sobre ti y el señor Sergio. ¿Qué relación tienen realmente ustedes dos?
Clara sonrió con calma: —¿Y por qué no le preguntas a él? ¿Es que no te animas? ¿O simplemente no puedes?
Amelia ya no se molestó en disimular su verdadera personalidad frente a Clara: —Me gusta. Es algo que todo Solarena sabe.
Clara replicó con frialdad: —¿Y eso qué?
Amelia la enfrentó con altanería: —Si él es el hombre que me gusta

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ