Capítulo 108

Percy me acarició desde los hombros hasta la parte baja de mi espalda y yo, borracha de placer, me desvanecí unos segundos. “¿Puedes continuar?”, me preguntó, cuando finalmente se alejó de mí. «¡Por supuesto que sí!», pensé. Asentí, pues no estaba segura de ser capaz de articular una oración coherente. Él sonrió, se agachó para tomarme de las n*lgas y me levantó. Jadeé por la sorpresa. Me sorprendía la facilidad con la que podía levantarme: prácticamente me trataba como una muñeca de trapo. Yo envolví su cintura con mis piernas. Por su parte, él me colocó una mano en el c*ulo y me acomodó. De repente, la cabeza de su mi*mbro entró en mi vag*na. Apreté sus hombros y g*mí, mientras sentía como me llenaba. A diferencia de hace rato, la sensación era diferente... mucho más profunda e intensa. Él siguió entrando en mí, hasta que sus caderas chocaron contra mis nalgas. "Bésame", susurró con ferocidad. Pasé mis brazos por su cuello, ladeé la cabeza y lo besé larga y profundamente. Mientras su