Capítulo 406

Sin embargo, Julián no estaba dispuesto a dejarlo ir. Justo cuando Diana iba a seguir enfrentándose a él, Oliver apareció de la nada. Como un salvador caído del cielo, se detuvo lentamente a lado de Diana y le dijo con suavidad: "Vengo a recogerte". Sus palabras estaban llenas de confianza; y eran naturales y familiares. Diana asintió inmediatamente. "Gracias por ser tan considerado, cariño". Dicho esto, abrió la puerta y se subió al coche. Julian se quedó solo, mirando como el coche se alejaba y se perdía de vista. Al cabo de unos instantes, sintió que su mundo casi se derrumbaba. No lo había oído mal, ¿verdad? ¿Qué acababa de decir Diana? ¿Acaba de llamar "cariño" a Oliver? Julian pensó en las fotos que había visto de Diana y Oliver en los dos últimos días. Había hecho que sus hombres la siguieran y habían tomado fotos para que él las viera. Por fin comprendió lo que pasaba y sintió un vacío en el corazón. Aquel hueco en su corazón seguía agrandándose y le dolía profundame