Capítulo 438

El hecho de que la arrendadora pudiera cobrar el alquiler aquí dependía únicamente del legado de sus antepasados. Ahora que ella podía sacar más provecho, no la dejaría escapar fácilmente. Si en el futuro otros aumentaban el alquiler de forma significativa, siempre podría recurrir a tácticas turbias. En cualquier caso, no dejaría escapar el buen negocio que tenía ante ella. Diana comprendía la mentalidad de la arrendadora, y por eso se atrevió a negociar. Sin embargo, Diana fue cuidadosa y meticulosa al redactar el contrato, sin dejar escapatoria alguna para el futuro. Después de todo, cuando uno montaba un negocio, tenía que ser lo más ahorrativo posible. Además, el dinero que se ahorraba no era tan sencillo como unos cientos de miles al año. Se atrevió a proponer un plazo de cinco años porque no temía que el arrendador acabara volviéndose contra ella. "Firma aquí", dijo Diana con una sonrisa, sacando un bolígrafo y un contrato que preparó de antemano y poniéndolo en la mano de