Capítulo 26
Lucía se acercó sonriendo, tomó la mano de María y, con tono cariñoso, dijo: —Tonta, estas cosas, por muy valiosas que sean, no se comparan con el cariño que le tienes a nuestro Diego. Mientras ustedes dos estén bien, ¿qué importan estas cosas?
La atmósfera en la sala se volvió de repente mucho más relajada, y María también se fue calmando poco a poco.
Se sentó al lado de Diego, escuchando a Lucía y a Ramón charlar sobre asuntos familiares, respondiendo de vez en cuando alguna pregunta, mostrando una actitud natural y desenvuelta.
Lucía estaba cada vez más satisfecha y pensaba para sí misma: "Esta niña no solo es bonita y tiene buena presencia, sino que, lo más importante, su carácter es dulce y educado"; cuanto más la veía, más le gustaba.
Aunque Javier hablaba poco, la mirada de evaluación que había tenido se fue transformando gradualmente en reconocimiento.
Ramón añadió sonriendo: —Niña, a partir de ahora somos una familia. Si necesitas algo, dínoslo sin reservas.
El corazón de Marí

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ