Capítulo 64

Baltasar parecía carecer de toda seguridad. Tenía los brazos cruzados alrededor de sí mismo, acurrucado en un rincón del baño. Su cabello estaba descuidado, y en la bata de hospital azul y blanca se esparcían manchas de sangre, evidencia de que su herida se había abierto. Medio rostro permanecía asustado escondido en el pliegue de su brazo, dejando a la vista unos ojos rojos y aterradores. Sus ojos estaban enardecidos y cargados de cansancio, llenos de una increíble hostilidad capaz de arrasarlo todo. Miraba con cierta desconfianza y crueldad a Camila, que había aparecido de improviso. Parecía que en cualquier segundo se abalanzaría sobre ella como una bestia enfurecida y la haría mil pedazos. Camila se asustó ante aquella escena, pero no dejó que se notara en su rostro. Con rapidez levantó ambas manos por encima de la cabeza y se acercó con precaución. Su voz salió lo más suave y cálida posible. —No tengas miedo, no voy a hacerte daño alguno. Y tú tampoco me hagas daño, ¿sí? —¿Puedo t