Capítulo 110

Sofía solo podía mirar cómo Sergio le quitaba los pantalones, incapaz de resistirse. Además, la droga en su cuerpo empezaba a surtir efecto afrodisíaco, y ya sentía un calor abrasador mientras su conciencia comenzaba a nublarse, cayendo en un estado de confusión y deseo. —Zorra, te doy la cara y no la quieres, me fuerzas a usar métodos. ¿Crees que puedes escapar de mis manos? —¿Por qué te haces la santa conmigo? Ya preparé la cámara, voy a grabar todo y después podrás disfrutar viéndote en la cama. Mientras hablaba, Sergio acariciaba las piernas largas y bien formadas de Sofía, subiendo poco a poco. —Con el video y las fotos, después solo podrás obedecerme; de lo contrario, esparciré todas las imágenes. Al escuchar estas palabras maliciosas de Sergio, Sofía sintió un escalofrío. Esas manos sucias se acercaban a su cuerpo y ella solo intentaba esquivarlas, pero su cuerpo, debilitado y lánguido, no tenía cómo evitarlo. —¡Eres un miserable sin honor, desgraciado! ¡No tendrás un buen fin