Capítulo 51

—La decisión de la presidenta Isabel tiene sus razones, las cuales no estoy en posición de especular —dijo Esther. —¿Y qué hay del señor García? ¿Cuál es su origen? Continuó preguntando Ana. —No estoy segura, pero cuando tenga más información, te lo haré saber. Al darse cuenta de que la situación era definitiva, Ana solo pudo resignarse y centrar su atención en el señor García. —Encuentra una manera de ponerme en contacto con el señor García; te estaré enormemente agradecida. Esther asintió con la cabeza y luego se retiró. La familia González estaba más feliz que nunca, habiendo logrado una colaboración con el Grupo Rodríguez y asegurando un futuro yerno de una familia adinerada, lo cual les reportaba grandes beneficios. —¿Y Vicen? ¿No le pedí que esperara afuera? Preguntó Eduardo. —¿Qué necesitas de él? Ahora tiene a una mujer rica que lo mantiene; no tienes por qué preocuparte —respondió Belén con desdén. —Papá, ¿no estarás pensando aún en casarme con él, verdad? —preguntó Laura. —