Capítulo 63

Sus respectivas familias podrían protegerlos por un tiempo, pero no toda la vida. Acto seguido, Lucille desvió la mirada y se fue con Molly al salón de clases. Empero, Jenny se negaba a rendirse. Quería ponerse delante de Lucille y volver a decirle algo desagradable, pero, antes de que pudiera pronunciar una palabra, la forma imponente de Lucille la dejó atónita. La chica que tenía delante estaba serena, y desplegaba un aura de superioridad que imponía respeto. Lucille era como un comandante con una estrategia bien pensada. Bastaba una sola mirada de ella para que la gente percibiera que tenía miles de soldados respaldándola. Su grito de batalla era majestuoso, y su rostro revelaba una inequívoca intención de matar. Jenny, sorprendida, retrocedió. Cuando se recuperó, Lucille ya había encontrado un lugar donde sentarse con Molly. Lo que acababa de pasar había sido como una alucinación... Antes de que la clase comenzara, Lucille vio que Molly estaba haciendo pucheros. No mostraba el ent