Capítulo 10

Al cabo de unas horas se encuentra atada en una silla, con los ojos tapados con un pañuelo blanco y las manos atadas con otro. La mujer está sentada y tranquila hasta que oye el ruido de unos tacones que se acercan, cuando siente que el secuestrador está más cerca de ella, mueve la pierna justo a tiempo para que esta caiga al instante y suelte un quejido de sus labios. Entonces, Verónica suelta una carcajada y grita. "Créeme, te equivocas de persona. Juro que si no me liberas, moriré aquí contigo. Secuestraste a mi amiga después de abusar de su derecho y ¿estás aquí porque la conozco? Será mejor que tengas cuidado porque tengo varias personas cercanas que me conocen a mí y a ella, así que nunca te saldrás con la tuya". Al darse cuenta de que no se escuchaba nada, se quedó callada, entonces oyó a alguien sollozando a su lado. Por lo que, se siente confundida por el ambiente y pregunta de forma calmada. "¿Quién eres? ¿También estás secuestrada como yo? No llores, saldremos de aquí, de un