Capítulo 130

Esa noche, Edward condujo un auto oscuro que detuvo frente a un edificio de apartamentos, aunque no se bajó de inmediato. Suspiró varias veces, se ajustó la corbata y miró hacia las ventanas de la residencia en la que estaba a punto de entrar. Abrió la portezuela y giró la cabeza para mirar la 'compensación' que había preparado para Alexia. Después de un rato, extendió la mano para recoger la carpeta que descansaba sobre el asiento del copiloto y por fin se bajó del auto. Era la tercera vez después del divorcio que venía a su casa a verla. En ese preciso momento, Alexia salía de la habitación después de ducharse, vestida con una holgada bata de baño y estaba secándose el cabello mojado con una toalla. Fue entonces que sonó el timbre. Verónica levantó los ojos del juego con el que estaba pasando el rato y comentó: "Es muy tarde. ¿Será el señor Damon otra vez? Él realmente está muy interesado en ti". Alexia la miró de soslayo y abrió la puerta. Pero en cuanto vio al hombre, la sonrisa se