Capítulo 25

Qué coincidencia tan grande, el nombre de él y el de mi hermano compartían las mismas letras. Además, el corazón de mi hermano y esposo latía en su pecho. En medio del profundo dolor y la desesperación, de repente quise engañarme a mí misma, ¿acaso esto era un favor extra del cielo? Yo amaba con el alma a Emiliano y odiaba a Samuel. Pero el corazón de mi esposo, estaba en Samuel. Cuando Natalia huyó despavorida de su boda y se fue al extranjero, la familia Escobar necesitaba un chivo expiatorio, y yo, sin importarme nada, me presté para eso. Frente a los miembros de la familia Escobar, reprimí con todas mis fuerzas el profundo odio, y me enviaron al lado de Samuel. Clavé la mirada en su corazón y recordé todos los momentos y recuerdos con mi hermano. En esta vida, a menos que muriera, si quería seguir viviendo, necesitaba un motivo para aferrarme. El corazón de Samuel era ese motivo para mí. Lo puse a prueba y confirmé que Samuel no sabía nada sobre el origen de su corazón, no era inoc