Capítulo 76

—¿Lourdes? Una voz familiar la llamó desde atrás. Lourdes sonrió y se giró para saludar: —Julia, cuánto tiempo sin verte. Pero Julia no parecía contenta, de hecho, se veía algo incómoda. La jaló hacia un rincón con urgencia: —¿Qué hiciste para meterte con esa mujer? —¿Ah? —Lourdes parpadeó, confundida, hasta que entendió de quién hablaba—. ¿Gabriela volvió a buscarme problemas? —Esa metiche quiere ser la secretaria del señor Ignacio. Quiere reemplazarte. Julia apretó los puños con indignación mientras hablaba. —¿Por qué estás más enojada que yo? —Preguntó ella, sin poder evitar reír un poco al ver su reacción. —Porque esto también me afecta a mí —respondió Julia, fastidiada, revisando la hora. —¿Te afecta a ti? —Lourdes se sintió conmovida—. Julia, sabía que no podías estar sin mí. —¿Ah? —Julia abrió los ojos, sorprendida, sin entender del todo. —¿No estás molesta por eso?, ¿por nuestra amistad? —Estoy molesta, pero no porque te tenga algún cariño especial. Julia frunció los labios con