Capítulo 22

Baltasar estuvo escondido de manera miserable durante medio mes. La herida de su pierna se le había infectado, el dolor le traspasaba hasta los huesos. Ya no pudo soportarlo más y decidió ir a buscar a Antonia. Y ella, como si ya supiera que él vendría, iba cada día al lugar donde se conocieron por primera vez para esperarlo. Mientras tanto, Nicolás había enviado gente para vigilarla y asegurarse de que estuviera a salvo. Hasta que Baltasar apareció realmente. La vida de fugitivo de esos quince días había dejado a Baltasar hecho un desastre. Ya no tenía el ímpetu de cuando quiso llevarse a Antonia por la fuerza. Vestía ropa recogida de vaya a saber dónde y llevaba el sombrero calado. Quiso tomar la mano de Antonia. Pero al ver que ella vestía tan limpia mientras él olía mal y estaba sucio. Prefirió retraerse lentamente. —Antonia, ¿ya se te ha pasado el enfado? —En aquel entonces, de verdad solo quería que entraras a calmar tu temperamento, tenía miedo de que, si algún día yo no estaba,