Capítulo 256 Obtención del certificado de matrimonio

Sergio, al ver que Mónica e Isabel terminaban de hablar, se levantó de inmediato: —Hoy tenemos otros asuntos, así que nos iremos ahora, pero volveremos a visitarte cuando tengamos tiempo. Isabel asintió, mirándolo con ternura. Manuel, con la mente llena de los beneficios que pronto recibiría, no se preocupaba por el trato diferenciado. —No te preocupes, señor Sergio, ven a comer cuando puedas, después de todo, somos familia, jaja. Mónica, sosteniendo la mano de Isabel, tenía los ojos llenos de renuencia. Al llegar a la puerta principal, preguntó en voz baja y con reluctancia: —Mamá, ¿realmente no quieres divorciarte? Isabel se detuvo un momento al acariciar su mano, y su sonrisa se tornó amarga. Evitó su mirada por un instante, luego levantó la vista hacia ella, sonrió y levantó la mano para acariciarle el cabello, con una voz suave: —Vive bien con Sergio, no vuelvas si no es necesario, no te preocupes por mí. Mónica se sintió algo decepcionada y, con lágrimas en los ojos, le dijo: —Si