Capítulo 1358

Ella no dudaba del amor que Alejandro sentía por ella. Si hubiera sido antes de que Alejandro perdiera la memoria, estaría segura. Pero durante esos más de tres años, cada uno había seguido su propio camino y sus experiencias habían sido diferentes. Verónica había estado al lado de Alejandro mientras él se recuperaba poco a poco de las lesiones del accidente de tráfico y luego ambos emprendieron un negocio juntos. Esta experiencia era muy distinta a la tranquila boda arreglada que tuvo con Alejandro. La señora Marta notó que Ana comenzaba a dudar de sí misma y rápidamente le dijo: —¡No debes pensar así! Creo que hace tiempo que Verónica se dio cuenta de que Alejito no es Gonzalo, y que al estar con Alejito durante tres años seguramente tenía otros motivos, no había sentimientos verdaderos, no como los tuyos y los de Alejito. —Está bien, le haré caso —Ana sonrió asintiendo, no quería preocupar a la abuela García. Luego miró el reloj. —Ya es tarde, abuela, deberíamos volver a descansar.