Capítulo 1972

Pero muy pronto. Su corazón volvió a latir con normalidad. Con voz grave, dio su respuesta: —Quiero que sea feliz, así que la dejaré ir con sus padres, de vuelta al mundo que le pertenece, para que cumpla sus sueños. Esa respuesta claramente sorprendió al anciano frente a él. —¿De verdad estás dispuesto a dejarla? —repitió el anciano. Esta vez, Bernardo no dudó: —Sí. El anciano frunció el ceño, como si le costara creer lo que oía. Quizá jamás imaginó que Bernardo no quisiera retener a Josefina. Después de todo, en estos últimos años, en los ojos de Bernardo no había habido otra persona que no fuera Josefina. Y él siempre había sido alguien que no escatimaba medios para lograr sus fines. Pero ¿por qué había cambiado con Josefina? ¿De verdad estaba dispuesto a dejarla ir? Bernardo, al ver que el anciano no desaparecía tras recibir su respuesta, no pudo evitar preguntarse: —¿Quién eres realmente? El anciano dio un paso hacia atrás. Luego soltó tres carcajadas. —¡Ya que has tomado una deci