Capítulo 2003

Ana se despertó de repente. Abrió los ojos de golpe. Y exclamó de inmediato: —¡Josefina! Acto seguido, Alejandro también despertó: —¿Qué pasa? ¿Soñaste otra vez con Josefina? —Sí, soñé con Josefina. Parecía estar en peligro —Una fina capa de sudor frío cubría la frente de Ana. Para ellos, como pareja, el mayor punto débil en ese momento era Josefina. Sin embargo, se sentían completamente impotentes. Ni siquiera sabían con certeza en qué situación se encontraba Josefina. Solo tenían algunos sueños. El rostro de Alejandro se tornó serio: —No tengas miedo. Si Josefina fue capaz de traernos de regreso, también podrá regresar por sí sola. Él confiaba en su hija. Su hija era bondadosa, sí, pero jamás había sido débil. Ana bajó de la cama y se dirigió al tocador. En ese momento, Alejandro encendió la lámpara. Sobre el tocador había un espejo. Ese espejo lo habían comprado en una subasta hacía un tiempo. Era idéntico al espejo que los había llevado a casa aquella vez. Ese espejo parecía tener