Capítulo 91
—Eduardo, ¿parece que estás muy nervioso por mi hermana, verdad? ¿Aún no admites tu relación con ella? En la familia González somos muy estrictos con nuestras hijas y no queremos que alguien las mantenga. Si no tienes intenciones de casarte con ella, mejor no te metas. Puedo asegurarme de que ella no esté más contigo. —dijo José con el rostro serio.
Desde el punto de vista de un hombre, Eduardo estaba muy preocupado por Ana.
Él, como el hermano mayor de Ana, debía mostrar una actitud y presencia que intimidaran a Eduardo.
—Si alguien se entera de que mantienes a alguien de la familia González, nuestra reputación quedará por los suelos. ¡Ana, mira lo que has hecho! —acusó Sergio.
—¡Cállate!
Ana siempre se había considerado una persona de buen temperamento, pero ni su mejor educación podía superar la desvergüenza de José y Sergio.
Eduardo también estaba enfadado con la lógica retorcida de los dos hombres. Se arremangó la camisa. —He practicado boxeo durante algunos años, aunque hace tiem

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