Capítulo 962
Beatriz tomó un gran sorbo directamente.
¡Qué delicioso!
En efecto, el jugo recién exprimido es el mejor.
—¡Qué rico! La última vez que fui al huerto, no recuerdo haber visto mangos.
Mauricio: —El cocinero compró los mangos en el supermercado.
Beatriz asintió, —Oh.
Si hubiera mangos en el huerto, ella ya los habría recogido para comer.
Ana levantó ligeramente las comisuras de sus labios, Mauricio pudo notar que a Beatriz le gustaba eso, lo que demostraba que realmente lo hacía con el corazón.
Mirando de nuevo a Beatriz hacia Mauricio, era completamente la actitud de una empleada hacia su jefe, o quizás de una fanática hacia su ídolo, las cosas que Mauricio quería hacer debían ser muy difíciles.
—¡Los pinchos de cordero están listos! Ven a comer, luego seguiré asando pinchos de res y pollo.— Bruno se había enrojecido un poco por el calor del carbón.
Mientras comía, les decía.
Los ojos de Beatriz brillaban de anticipación y corrió de vuelta, —Señor Mauricio, Ana, sién

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