Capítulo 87

—¿Acaso no quiero ir? Miré a Andrea con frialdad, esperando ver qué excusa podría decir. Andrea no esperaba que hablara de repente, se quedó paralizada por unos segundos y sus ojos se volvieron a enrojecer. —Ya basta, guarda tu actuación, aquí no hay nadie que te esté mirando. ¿Acaso Sonia no habla porque piensa que aquí no hay nadie que pueda manejarla? —Andrea, ya te lo había dicho antes, trata bien a Diego, tu comportamiento de hoy me hace sospechar que lo estás maltratando. —Gabriel, tienes que tener pruebas para hablar, él es mi hijo, ¿cómo voy a maltratarlo? Sonia sentía dolor de cabeza, había reunido a estas dos personas con la esperanza de mediar entre ellos. Pero resultaron ser más tercos de lo esperado. —Basta de discusiones, Gabriel, no calumnies a Andrea. Sonia esperaba que los dos se reconciliaran. Lo más importante era la relación con Andrea. Ella tenía la confianza de hacer que Gabriel se rindiera —Andrea, ya no eres joven, y no es fácil estar fuera con Diego, sería mejo