Capítulo 9

El destino de Francisco y Rosa fue aún más trágico de lo que yo imaginaba. Todo esto me lo contó Carmen como si relatara una historia. Después de la bancarrota de la familia Sánchez, el padre de Francisco no logró salir de UCI. Su madre no pudo soportar el golpe, perdió la cordura y fue internada en un hospital psiquiátrico. De la noche a la mañana, el que alguna vez fue el altivo Francisco se convirtió en un hombre endeudado, con una familia destrozada y sin un lugar adónde ir. No pudo encontrar un buen trabajo, porque su nombre ya era sinónimo de deshonra y desprecio. Para sobrevivir, no tuvo más remedio que aceptar los trabajos físicos más duros: cargar ladrillos en el lugar de la construcción, y lavar platos en el restaurante. Una vez, Carmen salió de compras con unas amigas, y en el estacionamiento del centro comercial, vio a Francisco lavando autos de lujo. Vestía un overol grasiento, con el cabello alborotado y completamente empapado, mientras el dueño del auto lo maldecía como