Capítulo 72

Todos estaban muy sorprendidos. Incluida Lucía. Pero, al mismo tiempo, sintió alivio. Por fin habían llegado a este punto. En realidad, desde que descubrió que hiciera lo que hiciera todo estaba mal, ya no soportaba estar ahí. No era ella quien estaba equivocada, sino que su relación con Tomás ya había llegado a su fin. Ella dijo con mucha calma: —Está bien, el lunes iré puntualmente a realizar los trámites de renuncia. Sebastián, mucho rato después de que Lucía se marchó, arqueó las cejas y murmuró: —¿De verdad? ¿De verdad estaba tan dispuesta a irse? De todas formas, él no lo creía. —Señor Tomás, el lunes iré a buscarlo para divertirnos. —Sebastián estaba decidido a ver el espectáculo. —Como quieras. —Tomás estuvo tan frío que no dejaba ver ninguna emoción. En aquella fiesta, Lucía había obtenido mucho. Por supuesto, la mayor ganancia de aquella noche había sido que Tomás aprobara su renuncia. Por eso, en la segunda mitad, Lucía bebió muy a gusto; de no ser porque Hugo la detuvo, tal