Capítulo 1008

Ella alzó la vista hacia los dormitorios, las últimas llamas ya se habían extinguido. Sin embargo, Alicia sintió como si algo le atravesara brutalmente la cabeza; un dolor tan intenso que casi la hizo perder el conocimiento. Roberto notó que Alicia estaba extraña. —¿Qué te pasa? —N-nada, solo que me siento un poco mareada. Tal vez inhalé algo de humo. Alicia dejó escapar un gemido de dolor, su cabeza latía con punzadas agudas. Roberto preocupado, mirando al personal del helicóptero, ordenó: —Al hospital, rápido. Alicia quiso detenerlo. No era necesario ir al hospital, no le pasaba nada grave. Pero, acto seguido, perdió el conocimiento. Cuando Roberto notó que Alicia se había desmayado, usó todas sus fuerzas para sostenerla y evitar que se cayera. Su brazo herido se abrió de nuevo, la sangre brotó y manchó de rojo la camisa blanca. No importó, pues en ese momento, solo tenía a Alicia en mente. No podía preocuparse por nada más. Poco después, el helicóptero aterrizó en la azotea del hosp