Capítulo 1011

Roberto llevó a Alicia de regreso a la habitación individual del hospital. Sus movimientos eran delicados, como si la joven en sus brazos fuera tan frágil como una porcelana fina. Cuando le acomodó la manta sobre el cuerpo, notó que la mano de Alicia seguía aferrada a él, con la punta de sus dedos; como si se aferrara a la última brizna de esperanza para salvarse. A Roberto le bastó una sola mirada para que su corazón se enterneciera por completo. Se sentó al borde de la cama sin moverse, extendió la mano y tocó la frente de Alicia. "¿Qué pudo haberla asustado tanto?" En ese momento, Valentín entró en la habitación. —¿Alicia está bien? Acabo de hablar con el director, me dijo que todo salió bien. Al ver la escena, pensó que tal vez había ocurrido algún contratiempo inesperado. Roberto le echó un vistazo a Alicia que dormía profundamente y bajó la voz: —Todo salió bien, pero al final, ella despertó. Le contó a Valentín todo lo que había sucedido. Después de escucharlo, Valentín exclamó