Capítulo 1045

Alicia, al escucharlo, sintió un rechazo profundo en todo su cuerpo. Porque en su vida pasada, en esa isla perdió un riñón. En ese lugar, no importaba lo que hiciera, nada servía. Oscar, al ver la expresión de Alicia, bajó la cara para ocultar su dolor y dijo en voz baja: —Si no quieres, entonces olvídalo. Ella reaccionó, pensando que esta vida era diferente a la anterior. —De todos modos, esto hay que consultarlo con Roberto. Aún falta mucho tiempo. Si para entonces la señora Teresa se recupera bien, quizá ni siquiera sea necesario ir a la isla. En cualquier caso, ella no quería ir. En esta vida, no pensaba volver a ese lugar. Él forzó una sonrisa. —Está bien, haré lo que tú digas. Mientras sea algo que no quieras hacer, no te obligaré. Solo espero que puedas estar un poco más feliz. Ella mostró una expresión sarcástica. Pedro intervino. —Mientras de este lado no surja ningún imprevisto, yo creo que la vida de Alicia es bastante feliz. Ella lo tenía todo. No necesitaba a sus seis herm