Capítulo 1271

Lorena le respondió: —Ya soy mayor, no me ocupo mucho de los asuntos de la casa. Lo que ella daba a entender era que no quería involucrarse. La mujer de mediana edad se levantó. —Bien, entonces me voy. Por una mujer ignorante, quieres echarme. Alicia miró a la mujer. —La ignorante eres tú. Los granos de café arábica, aunque son valiosos, no es imposible conseguirlos. Que tú no puedas comprarlos, no significa que mi novio no pueda. La expresión de la mujer se volvió sombría; por fin comprendía por qué Roberto había perdido los estribos de esa manera. En realidad, esos granos de café arábica los había comprado él. Así que era imposible que fueran falsos. Sin embargo, la mujer seguía sin resignarse, miró a Alicia y dijo: —Tú eres una chica que viene del campo, ¿cuánto tiempo crees que podrás presumir? Roberto se puso al lado de Alicia. —Ella será mi esposa en el futuro, por favor, respétala. Tras decir eso, Roberto miró a Ignacio. —En adelante, no permitas que este tipo de personas entren