Capítulo 1345
Yalena miró a Lourdes y, de un empujón, apartó su mano con una expresión de absoluto desprecio. —¿Con qué derecho me dices tú esas cosas?
Lourdes, furiosa, replicó: —Eres una mujer que llegó a la cima como amante, ¿con qué derecho vienes aquí a decir semejantes absurdos?
Apenas terminó de hablar, Yalena le soltó una fuerte cachetada.
Lourdes, incrédula, exclamó: —¿Te atreves a pegarme?
Yalena, altiva, respondió: —¿Y qué si te pego? ¿De verdad crees que, después de aguantarte todos estos años, todavía voy a dejar que me pises la cabeza y hagas lo que quieras? No te olvides de que tu dinero está en mis manos, ¿no quieres recuperarlo?
—¡Maldita seas! Si no me devuelves el dinero, tampoco vas a estar tranquila. Te voy a denunciar y llamaré a la policía para que te arresten.
—¿Y tú crees que sirve de algo llamar a la policía? ¿De verdad crees que cuando hice todo esto no estaba preparada?
Al escuchar esto, Lourdes, nerviosa, preguntó: —Entonces todo lo que dijo Belén era cierto, ¿no? Tu inv

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