Capítulo 1416

Oscar sostenía el vaso entre las manos. Al recordar las palabras que Alicia le había dicho hacía unos instantes, una oleada de irritación lo invadió. No había hecho nada malo; solo intentaba que todo volviera a su cauce. En ese momento, sonó su teléfono. Oscar miró el identificador de llamadas y contestó: —¿Qué pasa? Jorge habló: —Por cierto, ¿ya despertó? Supongo que ya sabe que está retenida en la isla. Me preocupa que, con lo terca que es, no quiera escucharte. Y si llegara a hacer algo impulsivo, ¿qué vamos a hacer? —Está muy tranquila. No ha hecho nada fuera de lugar. —No sé por qué no te creo. Conozco muy bien el carácter de Alicia. No es de las que se rinden tan fácilmente. Quedamos en que, si hacía algo realmente peligroso, tenías que sacarla de inmediato. Bajo ningún concepto puedes hacerle daño. —Está bien, ya lo sé. Alicia también es mi hermana. ¿Cómo crees que podría lastimarla? Aquí tiene todo lo que quiera para comer y beber. Excepto por la falta de libertad, no le falta