Capítulo 1554
Teniendo en cuenta que la salud de doña Lorena tampoco estaba bien, decidieron, a regañadientes, volver a la casa familiar a vivir un tiempo.
Aurora, al ver que Roberto asentía, recién entonces sonrió.
Este último miró la hora. —Está bien, tengo que ir a trabajar. Esta niña hoy recibe el alta; las dudas que surjan después pueden preguntárselas a Valeria, ella lo sabe mejor que nadie.
La señora Teresa agitó la mano. —Está bien, ya lo sé. En cuanto a cuidar niños, yo soy mucho más capaz.
Roberto le acarició la cabeza a Aurora. —No te preocupes. Lo que quieras comprar o lo que necesites, dímelo. Con lo que ganaste apostando a las piedras en bruto ya tienes suficiente dinero para vivir.
Doña Lorena se apresuró a preguntar: —¿Qué dinero para vivir? ¿Todavía le pides dinero a la niña? ¿No te da vergüenza?
—Yo no se lo pedí, fue Aurora quien lo ganó por sí misma.
Roberto estaba muy agraviado.
La señora Teresa, que también conocía la situación, miró sorprendida a Aurora. —Eres increíble. ¿Cómo

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