Capítulo 1736
Habían pasado cinco años y Roberto seguía buscando a esa mujer.
Valentín caminaba a su lado. —Vamos, te acompaño.
Sin embargo, al entrar, él fue detenido.
El mayordomo lo miró y dijo: —Lo siento, solo el señor Roberto puede entrar. Nuestra señorita no recibe a nadie más.
Valentín tuvo que detenerse, miró a Roberto y añadió: —Te espero afuera.
Él no podía entender cómo Alicia se había vuelto tan distante; después de todo, él también era su amigo.
Roberto entró en la habitación y vio a la mujer que estaba de pie frente al ventanal.
Sus ojos se entrecerraron; en efecto, era idéntica a la de las fotografías.
La mujer se sentó en el sofá y esbozó una leve sonrisa. —Roberto, cuánto tiempo sin vernos.
Él arrugó la frente. —Todos estos años, todos hemos estado buscándote.
—Yo apenas lo supe ahora, pues olvidé lo ocurrido y mi hermano nunca me habló de estas cosas.
La cara de la mujer reflejaba tristeza y su tono se escuchó suplicante. —Roberto, ¿podría pedirle que me lleve de regreso con el ni

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