Capítulo 1748
El grupo fue al lugar acordado. Valentín entró solo y, al ver a Miguel sentado en la silla, quedó sorprendido.
Temblando, abrió la boca. —¿Tú... tú quién eres?
¡Cómo podía parecerse tanto a Roberto!
Miguel lo miró con una expresión fría y, sin más, avanzó y le dio un puñetazo que lo hizo caer al suelo.
Valentín, tumbado en el suelo, preguntó: —¿Qué... qué haces?
Pablo, que estaba afuera, escuchó el ruido. —¿Estás bien?
—N-no pasa nada, estamos conversando muy amistosamente, no entres a interrumpirnos.
Valentín, aún en el suelo, miraba a Miguel frente a él. ¿No era ese el muchacho de la foto?
Ese era el hijo de Roberto.
¿Por qué lo atacaba a él?
¿De verdad lo había mandado la familia García?
Valentín lo miró y dijo: —Te lo digo, aquí debe haber un malentendido.
—No hay ningún malentendido. Tú, hombre despreciable, ahora nos toca a nosotros darte una lección.
Miguel mantenía el rostro serio y frío, fijando la mirada en Valentín. De no ser porque el paradero de su madre había sido descubi

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