Capítulo 61
Los ojos de Alicia estaban oscuros, como si pudiera matar a alguien.
María retrocedió un paso: —Alita, ¿por qué me miras así? Yo no tiré tus útiles al suelo.
Vicente se acercó: —Alita, ¿qué sucede?
Alicia hizo un gran esfuerzo para contener su ira: —Los útiles están dañados.
—¿Cómo pueden estar dañados?
Vicente echó un vistazo a los útiles y su expresión cambió drásticamente: —Entra, yo iré a comprarte unos nuevos inmediatamente.
Alicia se arrepintió internamente, no debería haberse quedado en Casa García.
Esta vez fue descuidada.
Alicia planeaba llamar a Roberto, ya que no confiaba en la promesa de Vicente.
María intervino: —Vicente, ¿por qué no le das los míos a Alita? Yo esperaré a que traigas los útiles.
—No es necesario, iré a comprarlos yo mismo.
Vicente se giró hacia Alicia: —Alita, confía en Vicente, entra primero o llegarás tarde.
Finalmente, Alicia miró a Vicente una última vez y se dirigió hacia la escuela para esperar en el salón de exámenes.
Justo hoy había un gran atasco

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ