Capítulo 804

Ella sintió que la palma de su mano estaba algo cálida, y también sus ojos, que ardían ligeramente, le provocaban una sensación de vulnerabilidad total ante lo que sentía. Alicia bajó con timidez la cabeza y dijo: —No estoy ciega, he visto todo lo que has hecho. Roberto ya no se mostraba tan tranquilo. En ese momento, el auto se detuvo. Roberto miró hacia afuera, y la expresión serena de su rostro se desvaneció de forma considerable antes de decir: —Hemos llegado. Alicia miró por la ventana y preguntó: —¿Ya lo han capturado? Roberto lanzó una mirada al copiloto, quien finalmente giró de inmediato la cabeza y respondió con respeto: —Ya lo hemos capturado, está justo allí. El corazón de Alicia se estrujó al instante. Apretó con fuerza la mano de Roberto, visiblemente nerviosa: —¡No sé si esa persona habrá tenido pesadillas durante todos estos años! ¡Él fue quien provocó la muerte de sus padres y ha vivido oculto bajo otro nombre durante tanto tiempo! Roberto le sostuvo con firmeza las ma