Capítulo 899

Después de todo, ella había hecho tantos esfuerzos sólo para que la familia González la ayudara. Si estuviera dispuesta a entregarse, no habría hecho todo esto. En ese momento, Beatriz sintió un profundo descontento hacia Teresa. ¿Por qué, después de tantos años de amistad, ella no podía ayudarla aunque fuera un poco? Para la familia González, eso no era nada. Teresa tomó la mano de Beatriz y, con cautela, le preguntó: —¿Estás enojada? Beatriz bajó la cabeza, con una expresión desagradable, dijo: —No quiero entregarme, tampoco quiero ir a la cárcel. Para entonces, seguro que seré el hazmerreír de todos, y no lo soportaría. Eso le dolería más que la muerte. —Pero la familia García no está dispuesta a llegar a un acuerdo contigo. Eso complica mucho las cosas. —Sí, también fui a buscar a Alicia, tú lo viste. No me mostró la menor compasión En ese momento, Beatriz odiaba a la gente de la familia García. En su momento, los padres de Alicia insistieron en competir con la familia Mendoza por