Capítulo 974

Yago no sentía ningún respeto por la familia García. Jorge, al ver la actitud indiferente de Yago hacia él, habló furioso: —abogado Yago, usted es el abogado de la familia García, ¿qué clase de actitud es esa? Yago alzó una ceja: —Permítame aclarar, soy el abogado contratado por la señorita Alicita, no el de ustedes, la familia García. No estén tan confiados. Jorge estuvo a punto de estallar de rabia. Ya antes había escuchado que Yago tenía mala reputación, y ahora comprobaba que, efectivamente, no era nada de fiar. Miró a Alicia y dijo: —¿De verdad tienes que dejar que él se encargue del caso? Al final, ni sabrás cómo perdiste. Alicia lo miró: —Eso es asunto mío. Tras decir esto, miró a Yago: —Vámonos. Yago echó un vistazo a los de la familia García y luego, dándose la vuelta, le hizo un gesto de despedida a Roberto. Roberto apretó los labios, sintiéndose aún más molesto por dentro. Se arrepentía de haberle insinuado a Alicia que buscara a Yago; habría sido mejor dejar que viniera el