Capítulo 71

Justo antes, Gabriel había insistido en que María acompañara a Pablo, en contra de su voluntad. Ahora, después de haber revisado el plan del proyecto y su contenido, querían desecharla como a una herramienta inútil. María no estaba dispuesta a aceptar tal conveniencia. —La planificación del proyecto depende del mérito propio. Tengo asuntos personales con Pablo que no están claros, pero los contratos son válidos. Si él desea incumplirlos, tendrá que enfrentar las penalizaciones por incumplimiento; ni yo ni la empresa perderemos. Gabriel se quedó sin palabras, asfixiado por la respuesta. Carmen, exasperada, se levantó de golpe. —¡Realmente eres una ingrata! No olvides que fue papá quien te promovió excepcionalmente a subdirectora. —Grupo Cisneros se mantuvo a flote gracias a mi madre; es justo que yo ocupe cualquier posición. Tú, que no naciste en Casa Cisneros y ahora simplemente vives allí, ¿tienes derecho a discutir conmigo? María, con una mirada fría y cortante como un cuchillo, clav