Capítulo 76

Cerró los ojos de golpe, sin atreverse a mirar más. Esa cosa fría y en movimiento comenzó a subir lentamente, pasando por las pantorrillas de Bianca, sus muslos, el costado de su cintura... Con cada centímetro que avanzaba, el vello de Bianca se erizaba y sus nervios se tensaban al máximo. Bianca podía sentir claramente el roce de las escamas contra su piel. Pegajoso, húmedo y frío. ¡Este pervertido! No quería dinero, ni sexo. Lo que quería era destruir a Bianca mentalmente, ¡desgarrarla! Quería que Bianca colapsara, que se volviera loca. Una vez que la defensa mental de una persona cae, realmente se convierte en una marioneta. El hombre observaba la reacción de Bianca, y una risa profunda resonó en sus oídos. —Muy bien, muy bien. Eres más fuerte de lo que pensé. —Honestamente, eres la mujer más fuerte que he visto. No como otras, que gritan y lloran, realmente son insoportables. Yo normalmente les corto la lengua y se la doy a estos pequeños para que la coman. El hombre hablaba con to