Capítulo 20

Bianca hacía mucho tiempo que no volvía a la universidad. Cuando decidió no continuar con sus estudios de posgrado, muchos profesores intentaron disuadirla. Al día siguiente, al mediodía: —¿Podría mostrarme esa bufanda, por favor? Mañana volvería a su antigua universidad. En su momento, varios profesores habían mostrado gran consideración hacia ella, especialmente la profesora Aída. Bianca la recordaba como una mujer enérgica y elegante, y esa bufanda le vendría justo a la perfección. —Señorita, tiene muy buen ojo. Esta bufanda está hecha de seda de morera al cien por ciento, y el diseño es de un afamado... La vendedora no alcanzó a terminar su explicación cuando una risa estridente la interrumpió de pronto. —¿Para qué le explicas a una muerta de hambre sin gusto? Aunque le digas el nombre del diseñador, ni lo va a conocer. Bianca no necesitó volverse para saber de quién se trataba. —No hace falta que me la muestres más. Envuélvemela directamente, por favor. La vendedora sonrió con cor