Capítulo 73

—Si no tienes ninguna meta, si no te esfuerzas, la gente dirá que no tienes aspiraciones. Bianca frunció los labios con resignación. No es que no quisiera luchar por algo, sino que cada vez que se enfrentaba a esos temas, sus ideas parecían ser las contrarias de Arnoldo. A veces incluso llegaba a preguntarse si sus pensamientos eran correctos o si, simplemente, ella estaba equivocada desde un principio. A medida que avanzaba la noche, Bianca se revolvía en la cama sin poder conciliar el sueño. Ya que no lograba dormirse, decidió levantarse y salir a la cubierta. La brisa marina nocturna era considerablemente más fría, pero por suerte había salido con un abrigo puesto. —¿Tú tampoco puedes dormir? Desde la oscuridad, una silueta se fue acercando lentamente hacia ella. Bianca, por instinto, retrocedió un par de pasos. Encendió la linterna del celular y entonces pudo ver con claridad que se trataba de Jacobo. Bianca no respondió; simplemente se relajó. —Lo de la última vez fue algo imprude