Capítulo 89

Ante una herida como esa, Bianca no contaba con herramientas profesionales, lo cual realmente la ponía en aprietos. Tuvo que hacer un tratamiento básico usando los pocos recursos que tenía y algunos medicamentos, para luego cubrir la zona con un grueso vendaje. Pero en poco tiempo, la gasa ya estaba empapada de sangre. Evidentemente había algún punto que seguía sangrando y no lograba detenerse. Bianca solo podía desesperarse. No tenía forma de salir a buscar medicamentos. Eso llamaría demasiado la atención. La única opción que le quedaba era suturar la herida. Después de todo, una de tal tamaño, si no se cerraba a tiempo, podía provocar una infección interna en el abdomen. Y si no lo llevaban a un hospital, el hombre no sobreviviría. Bianca empezó a revolver su maleta sin muchas esperanzas, pero sorprendentemente encontró aguja e hilo. Si no fuera porque Sandra solía meter cosas al azar en su equipaje, probablemente ni siquiera habría tenido eso. Una vez que estuvo lista, Bianca no lo