Capítulo 68 En tres días
La voz de Clara estaba muy débil, con una súplica innegable que resultaba difícil de rechazar.
Raúl la conocía desde hacía muchos años y siempre había mantenido una actitud de nobleza y elegancia. Era la primera vez que la escuchaba bajar la voz y pedir ayuda de manera tan humilde.
—Está bien, de acuerdo.
Suspiró y, dándose la vuelta, salió de la habitación.
En la esquina del pasillo del hospital, encendió un cigarrillo, inhaló una bocanada y sacó el número de Diego.
El teléfono sonó varias veces, hasta que a voz de Diego, con un toque rasposo, se oyó.
—¿Qué pasa?
—Clara está mal, no puedo manejar todo yo solo. Si no tienes nada que hacer, ven a ayudarme.
—Tengo que regresar a casa.
Raúl ya sabía lo que diría Diego. Frustrado, aspiró fuerte del cigarrillo. —No es por nada, pero ¿no te parece que eres un poco duro con ella? Después de todo, terminó con apendicitis por estar trabajando hasta tarde. No hablemos de que somos amigos desde pequeños, pero al menos, como líder de Grupo Ruiz, d

คลิกเพื่อคัดลอกลิงก์
ดาวน์โหลดแอป Webfic เพื่อปลดล็อกเนื้อหาที่น่าสนใจเพิ่มเติม
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ
เปิดกล้องโทรศัพท์เพื่อสแกน หรือคัดลอกลิงก์แล้วเปิดในเบราว์เซอร์ของคุณ